REVISTA EXTRAMUROS.                    Marzo del 2009.

 Monográfico Julio Alfredo Egea

Director y coordinador: Francisco Jiménez Martínez

          

            La presentación de la revista “Estramuros”, incluyendo un amplio Especial dedicado a Julio Alfredo Egea, tiene lugar en el Jardín del Museo Casa de los Tiros de Granada, (Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía) el 23 de junio de 2009. En el acto participan: Rafael Rodríguez Almodóvar (Presidente de la Asociación Cultural), Francisco Acuyo (Director de la Revista) y el poeta Rafael Guillén, entre otros colaboradores.

            Como testimonio y representación anotamos el texto correspondiente a la actuación de Rafael Guillén:

         Ya en este número que le dedica “Extramuros” a Julio Alfredo Egea he pretendido reflejar, con palabras emocionadas, lo que ha significado y significa toda una vida de amistad. Hermano del alma. Amigo en los difíciles días de la postguerra, en los que ser poeta no sólo era sospechoso en muchos sentidos, sino que podía llegar a ser arriesgado. Presente en todas nuestras juveniles empresas literarias de la Granada de los años 50 y 60, “Versos al aire libre,” “Veleta al Sur”… Contertulio en cafés, tabernas, paseos, reuniones, viajes y aventuras por tierras de fieles y de infieles –baste recordar, como destaco en las páginas de la revista que hoy presentamos, nuestra travesía del Sahara en Land Rover, ambos ya sexagenarios, entre metralletas argelinas, providencial rescate y ayuda del Frente Polisario, y días y días de fuego, polvo y sed por las arenas  mauritanas y hasta su límite con el Senegal-.

        ¿Y su poesía?¿Qué decir de su poesía? Julio Alfredo Egea es un poeta extenso que ha sabido unificar, deslindar, cohesionar temas, ideas e impresiones, para en cada uno de sus numerosos libros, ir dejando estampada una etapa de su interesante andadura poética. Recuerdo aquí “La Calle”,”Museo,”Valle de todos”,”Piel de toro”,”Nana para dormir muñecas”,”Desventurada vida y muerte de “María Sánchez”, “Bloque Quinto”, y tantos otros. En cada uno de estos libros ha ido poniendo palabras, imágenes y emociones  a sus inquietudes humanas y literarias, aunque quiero destacar que por los temas y por el planteamiento incluso pueden todos ellos considerarse libros monográficos, aunque capítulos, eso sí, de una misma historia íntima.

        Son una suerte de autobiografía poética en la que no se reflejan fechas, datos, acontecimientos y anécdotas, sino sensaciones, vislumbres, intuiciones, paisajes interiores, “asombros” en suma” que han ido acompañándolo a través de los años en las distintas  “edades del alma”. (Su otra autobiografía, la corporal, la diaria, ya fue publicada en rica y sugerente            prosa en el año 1989, y posteriormente reeditada)

        Julio Alfredo, al enfrentarse con su propio sentir, empieza a hablar, a recordar, a meditar y sus palabras van fluyendo de manera natural y espontánea y se van acendrando y su emoción y su pulso se van acelerando hasta que el propio impulso poético hace que las palabras pierdan contacto con la tierra, desplieguen las alas del verso y se eleven definitivamente. Cada poema agota reflexivamente su pista de rodaje, hasta que despega hacia los cielos de la poesía. Y todo ello en un estilo personalísimo, con sobreabundancia de imágenes radiantes y con un poderoso aliento que consigue transmitir la emoción que traspasa cada poema.

         ¿Y qué decir de él como hombre cabal, al margen de su obra poética? Porque aunque sea cierto que la obra se independiza, toma vida propia al margen de su autor, no es menos cierto que a veces olvidamos que tras de cada verso hay una historia, un amor o un desamor, un generoso compartir la dicha o una patética llamada de socorro. Ya dije en 1992, en Almería, cuando tuve la alegría de presentar su libro “Voz en clausura”, que el concepto mismo de la objetividad es necesariamente subjetivo en casos como el presente. Ante un amigo es objetiva cualquier opinión, por muy personal que esta sea, y que hay que dejar los pretextos, las coartadas, los recovecos de lo subjetivo para asuntos menos evidentes. Yo admiro profundamente la poesía de Julio, desde mi más absoluta objetividad. Admiro su restallante brillantez, su fuerza expresiva, su sabor a tierra húmeda, la originalidad de sus imágenes, su candeal nobleza, la sorpresa de sus epítetos, la finura de su sentimiento.

        Siguen los años, acelerando el paso cada vez más. Largo ya es el camino andado. Si la amistad es compartir la propia vida; sobre todo en aquellos momentos en los que ésta es más intensa, tanto por motivos gozosos como por circunstancias o sucesos en los que se pone a prueba  y se aquilata la condición humana.

         Hoy estamos celebrando su poesía. Y pues mis palabras sobre su obra pueden parecer, que lo son, sólo nacidas del afecto, quiero confirmarlas con la opinión de los más exigentes críticos y estudiosos de la poesía española contemporánea.

          “Al margen de los personajes  – segùn palabras de Ángel L. Prieto de Paula- “la escritura de Egea se ubica en el territorio de lo primigenio, en contacto con las realidades naturales y las actividades del laboreo campesino. Discrepa en ello de los usos mayoritarios de la poesía social, radicada con preferencia en el ámbito urbano”. En lo que abunda Sáenz de Zautegui al afirmar que “devuelve al paisaje su autonomía, con imágenes sorprendentes y –literalmente- justicia poética.            

        Para Carmen García Tejera son tres los puntos a destacar en su obra:”su creencia en la inspiración como punto de partida de la creación, su convicción de que la poesía se nutre de la misma vida y su consideración del poeta como testigo y portavoz de otros seres humanos. Todo esto lo resume Antonio Garrido Moraga  al reivindicar el humanismo “como base teórica de la poesía de Julio Alfredo Egea, añadiendo que “en la base de la extensa obra de Egea está el hombre en toda su complejidad y su sencillo desvalimiento”.        

                                                           R. G.

 

Página Oficial del Poeta

Julio Alfredo Egea

www.julioalfredoegea.com