CARTAS DE AMERICA Julio Alfredo Egea Antología poética 1956-2006. Editado dentro de la colección "Palabras Mayores", Editorial Alhulia, 2009. |
Homenaje a Gardel
Cruz y puñal, la encrucijada, el ritmo
se quiebra y puede desplomarse, vence
y surge otra vez....
El hombre acusa
cicatriz de burdel en la mirada.
En el dominio de la sangre queda
vibrante y fiel el brazo poderoso.
La mujer en procesos de de lentrega
-parpadeante la flor de la mirada-
reprime su jadeo, guarda, aflora
sumisiones de historia de la vida
que suben del tacón hasta la frente
como una enredadera que aoniza,
electrizada en fraguas interiores.
Es decisivo y próspero el abrazo
apiernando fusiones en su fuga
En el salón acecha la ternura
igual que una paloma sigilosa,
y la voz de Gardel vuelve emigrante
desde oscura bodega de los barcos
perdidos en remota travesía.
Es trágica la fiesta, por la calle
la jacarandá nieva las nostalgias
con su morada túnica en despojos.
Milagro en las aceras del otoño.
Homenaje a Yma Smac
Ala de cóndor abanicando el incensario
de su alma de inca.
¡Sujetad al viento Sur, con cadenas de amor,
hombres de la montaña!
Ella está junto al río, sobre la hierba,
con dos flores de loto flotándole en la sangre.
Es inútil lleguéis con los caballos sudados,
del Norte o del Oeste,
buscando la manzana morena de sus pechos.
Lleva un siglo de peces besándole los muslos
no habitados.
No podréis arrancarle ese grito de sangre, decisivo.
Su rosa amenazada por un dragón de fiebre
no goteará pétalos rojos.
Es inútil lleguéis, sudando los sombreros,
y con voces por todos los caminos,
sobre un globo de crines
y de resurrección elástica del sexo
Es la Virgen del Sol y ya está dicho.
Se le ha acunado el Sol sobre la última arteria
después de desechar todas sus órbitas.
Tiene la carne sellada de sol.
Hay que negar la noche.
Ya no importa que la hembra del jaguar
olfatee amor bajo los plenilunios.
No importa.
Oíd su grito, su serpiente sonora enroscándose
en los cañaverales, saltando sobre el río,
taladrando los Andes.
Es la Amada Intacta del Sol.
Se barajan de pronto crisoles y plegarias,
y nadie acabará con su dragón de fiebre
con un tiro de rifle.
Los hombres se han dormido mientras los potros pacen
Mordiendo estrellas de agua.
Mujeres fecundadas lloran bajo las lonas
y se oprimen con miedo la geografía del vientre.
¡El grito de Ima Sumac desgranándose en pájaros!
GOZO POR UN TORRENTE LLAMADO MIGUEL
No has muerto, está caliente
tu mirada en las cosas y en los seres.
Dios con la verde mano extendida en llamada...,
tus dioses familiares con el hombro dispuesto, preparado...
No has muerto ¿Dónde has ido,
sangre millón de alondra?
¿En dónde tu ira hermosa
despliegas, fruta y látigo?
¿Qué leyenda has dejado para después...?
¿Qué flecha se te quebró en los dedos?
Hombres de maíz llegan con el pan y la rosa
para llenar tu hueco con el sudor cumplido,
persiguiendo tu huella,
encendiéndote un cirio de rodillas.
No morderás la fruta,
no abrazarás al cedro,
no oirás a la marimba en el umbral del rito,
no palparás la muerte en el mural...
No importa, tú no has muerto;
No morderás la fruta,
no abrazarás al cedro,
no oirás a la marimba en el umbral del rito,
no palparás la muerte en el mural...
No importa, tú no has muerto;
el quetzal de tu pecho vuela, trepa, se salva,
para siempre vigila la dignidad del hombre,
se agiganta hecho cóndor,
se resuelve en palabra.
Palabra campanario con cuervos y cuchillos,
voz espuela, redoble, catarata,
sonido roto en vuelo,
caucho celeste, ala de latido,
vegetal grito, mineral consigna,
voz de tabaco negro, de banana
madura, de cristales
en rapto al Atitlán, de flor rebelde
que deserta en gemido, de sollozo
de Tacaná. Latido en son de furia
del corazón de sierra Madre
con un tambor de guerra.
Tú no has muerto.
Voló el quetzal trazando un arco iris
sobre todos los pueblos desvalidos,
Miguel Ángel Asturias,
cráter de Dios, torrente
vencedor de la nada.
Página Oficial del Poeta
Julio Alfredo Egea